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domingo, 10 de maio de 2009

Termina a 35º Feira do Livro em Buenos Aires



A 35º feira do Livro de Buenos Aires ocorreu sem luxo, mas teve bom balanço de vendas e público mesmo com a perspectiva da gripe.As grandes editoras se destacaram nas vendas e as menores tiveram retraimento .Paulo ACV

La Feria no es una isla", dijo Marta Díaz, la Directora de Ferias de la Fundación El Libro, en un balance de la 35º edición del evento y asegurando que distintas circunstancias externas -desde la crisis internacional hasta la gripe porcina- tiñeron su desarrollo, menos eufórico que durante 2008. Las grandes editoriales facturaron más y vendieron más ejemplares, pero varias de las editoriales no tan masivas sostienen que sus ventas se retrajeron con respecto al año pasado. El público, sobre todo durante la primera semana, también mermó. Horacio García, presidente de la fundación, comentó que según estadísticas parciales, la visita bajó en un 7 por ciento. Sin embargo, García señaló: "El momento no es fácil por eso estamos muy satisfechos con los resultados". Fuera de las cifras económicas, una vez más, cientos de miles de personas se pusieron en contacto con los libros y con sus autores.

Algunas de las cuestiones positivas más subrayadas por la organización fue la convocatoria de las jornadas profesionales de libreros, de expositores y del IV Festival Internacional de Poesía. Daniel Divinsky, director de Ediciones de la Flor, y el escritor Juan Sasturain coincidieron en destacar la presencia de pequeñas editoriales que se agruparon en stands para presentarse en esta edición de la Feria.

Por otro lado, Díaz señaló que una de las cuestiones a mejorar es la divulgación de los eventos que transcurren en el día a día de la Feria. "Más allá de la difusión en los medios, tenemos que trabajar en que ningún visitante se pierda de nada", dijo. La escritora Claudia Piñeiro, quien definió a la Feria como "un gran evento social que funciona como paseo y a la vez atrae a la lectura", señaló que en esta edición hubo menos visitas internacionales que en años anteriores, en lo que coincidió el autor Jorge Fernández Díaz. Ttres de las ausencias, las de los mexicanos Jorge Volpi, Alberto Ruy Sánchez y José Emilio Pacheco, se debieron a la suspensión de vuelos por la alarma de gripe porcina.

El clima, el público, funcionó en forma menos efervescente que anteriormente. Si bien a partir de la Noche de la Ciudad, el jueves 30 de abril, y sobre todo durante los fines de semana, los pasillos estuvieron llenos, se sintió menos ruido, menos movimiento. "La situación no es eufórica en ningún lado, y la Feria no es ajena, sin embargo, noto más entusiasmo acá que afuera", dijo García.

En cuanto a las ventas, Florencia Ure, jefa de prensa de Random House Mondadori, informó que la editorial estuvo un 27 por ciento por encima de 2008, en cantidad de ejemplares vendidos. "La diferencia la estableció (Marcos) Aguinis, el éxito del libro es excepcional", destacó. Ezequiel Mario Martínez, de Grupo Santillana, comentó que el excedente en ventas de ejemplares estuvo entre el 7 y el 10 por ciento, de la mano de Florencia Bonelli y Julio Cortázar. El Grupo Planeta vendió, en dinero, entre un 13 y un 15 por ciento por encima de 2008, según comentó Sergio Maggiaiuolo, director de ventas de la editorial. Carlos Díaz, director editorial de Siglo XXI, señaló que en cuanto a ejemplares, la venta está empatada: "Esperábamos una feria floja, este resultado nos resulta muy bueno". En Cúspide, las ventas de ejemplares estuvieron entre un 5 y un 6 por ciento por arriba del año pasado y en el stand de Ñ, un 17 por ciento por encima.

Sin embargo, en editoriales más chicas el margen de ganancias no funcionó en forma holgada. En la Librería de las Luces se vendió entre un 5 y un 7 por ciento menos de ejemplares que durante 2008; José Lieutier, director de Retórica Ediciones, no dio cifras pero aseguró que vendió menos que el año pasado. "Instalarse en la Feria es un esfuerzo muy grande, venimos a que nos vaya bien, y creo que esta edición anduvo floja, se difundió poco y vino menos gente", dijo. En Capital Intelectual, según su jefe de prensa, Nicolás Abreu, la facturación creció sólo un 5 por ciento y la directora de Marea Editorial, Constanza Brunet, sostuvo: "Estamos conformes con compensar los costos, pero esperábamos más gente, fue una Feria discreta".

Entre el público se destacó el profesionalismo en la organización de los stands y de las charlas, así como la variedad en la oferta. Por otro lado, hubo quienes señalaron que los precios les resultaron altos: Irene Requena, de la Biblioteca Popular de Pringles, comentó que en las jornadas de CONABIP de 2008 había libros hasta un 50 por ciento más baratos que en esta edición. Alfredo Connell, de Mendoza, coincidió en que en muchos casos los costos eran más altos.

Los autores Florencia Bonelli, Soledad Ferrari y Federico Andazahi coincidieron en ver a la Feria como la instancia de encuentro con el lector. "Valoro mucho encontrar a esa persona sobre la que conjeturé tanto", dijo Andahazi.

Casi a punto de que las alfombras de colores se enrollen y los stands se desmonten, la 35 edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires llega a su fin. Con activos y con pasivos, con dinámica propia pero sin ser ajena a lo que la circunda. En su próxima edición, adelantó Horacio García, con una presencia fuerte del Bicentenario argentino.
by Revista Ñ http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/05/10/_-01915389.htm

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